De la misma manera que una caja externa multimedia puede reproducir archivos sin necesidad de usar un ordenador, un NAS (Network-Attached Storage, almacenamiento ligado a la red) nos permite disponer de las funciones de un completo servidor de archivos en un formato más reducido y automatizado. De hecho, funciona exactamente de la misma manera que su PC cuando comparte una carpeta, pero sin PC y a través de un sencillo menú web.
Un dispositivo NAS es un servidor que está dedicado a compartir archivos únicamente. Gracias a esta tecnología, podemos añadir espacio de almacenamiento extra “en caliente” a un servidor o equipo cliente sin necesidad de apagarlo. Actualmente existe una gran tendencia en las empresas a separar procesamiento de almacenamiento, abandonando el sistema tradicional de “todo en uno” e invirtiendo en nuevas infraestructuras de red. De esta manera, aunque un servidor caiga y no podamos conectarnos a la aplicación que queramos usar, los datos permanecen intactos en el NAS y tan pronto como levantemos un nuevo servidor e instalemos la aplicación necesaria volveremos a ponernos a trabajar.
Un NAS puede estar ubicado en cualquier parte de la red local (LAN) y es escalable, es decir, puede estar compuesto de muchos otros dispositivos NAS interconectados.
¿Cuando debo usar un NAS?
Un NAS es un producto que tiene tanto uso profesional como particular y es por ello que existen diferentes modelos. Los modelos más avanzados están orientados a uso empresarial y los más sencillos para uso doméstico y particular.
Para profesionales, es muy aconsejabe el uso de un NAS en oficinas y otros lugares de trabajo por los siguientes motivos:
- Controlar el almacenamiento de los usuarios. Puede crear carpetas personales con diferentes niveles de acceso al mismo tiempo que restringe los PCs de trabajo. De esta manera tendrá controlados y centralizados todos los datos de todos los usuarios.
- Poder compartir datos entre usuarios. Comparta todos los archivos de la oficina en un mismo sitio. Tanto usuarios con sus carpetas personales como grupos de usuarios, carpetas para diferentes usuarios o grupos y por supuesto con permisos de lectura solo o escritura y lectura.
- Crear carpetas personales para cada usuario con espacio limitado para así no tener que albergar los datos de cada uno en los ordenadores de trabajo personales. Esto ayuda a que ahorremos dinero a la hora de comprar discos duros y ademas podamos tener los datos con mayor seguridad. El espacio que le asignamos a cada usuario para esta carpeta es modificable asi que dependiendo del usuario le podremos dar más o menos espacio.
- Tener una seguridad de datos continua en caso de rotura de discos. Si elige un NAS con función de RAID 1 (espejo) le garantiza que la información siempre está en dos discos duros, y en caso de rotura de un disco tiene la información en el otro.
- Poder cambiar de PC con la mayor facilidad. Hoy en día la mayoría de programas están albergados en los servidores de las empresas y los usuarios ejecutan sesiones desde sus ordenadores con su nombre de usuario y contraseña, con lo cual es indiferente que un trabajador use un día un ordenador u otro de la empresa. Sin embargo, hasta ahora, los datos que cada usuario guardaba lo hacía en local. Ahora, debido a que disponemos del NAS, cada usuario puede guardar sus datos en el NAS y no importará si hoy está en el ordenador A, o el ordenador X, siempre tendrá todos sus datos disponibles esté donde esté.
- Ahorrar mucha energía y dinero a corto y largo plazo. Con un NAS se evita el tener un ordenador para simplemente almacenar datos, esto hace que se ahorre en la inversión inicial, además, la fuente de alimentación de un NAS consume una energia mínima comparado con un ordenador.
- Uso como servidor (SAMBA, NFS, FTP).
Cosas a tener en cuenta cuando usamos un NAS
- Los NAS son aparatos para almacenar datos en red y los usuarios no deberían pensar en ellos como lo hacen con sus discos del ordenador. La velocidad de transmisión depende de la calidad de nuestra red y en la gran mayoría de casos es inferior a la de nuestros discos locales, por lo que no es nada aconsejable editar fotos, video o audio directamente desde el NAS.
- Es siempre aconsejable usar NAS de dos discos para poder hacer RAID 1 (espejo) entre ellos y así asegurarnos que en caso de rotura de disco, siempre podemos seguir trabajando con el otro y no perderemos datos.
- Al conectar al NAS por FTP a través de Internet, usaremos preferiblemente el modo activo. El modo pasivo requiere una configuración más compleja que no todos los routers de gama media o baja soportan.
- Usar siempre caracteres anglosajones, no usar caracteres para los nombres de archivos o carpetas con «ñ», acentos, diéresis… Los NAS trabajan en LINUX y están pensados para ser lo más internacionales posible, por eso es importante ceñirse al uso exclusivo de caracteres standard.
- Durante la configuración, poner siempre una IP fija al NAS que esté dentro del rango de nuestra red, no dejarlo con DHCP porque podrá crearnos conflictos a la larga.
- Si usted lo va a usar en una oficina, inente siempre comprar una unidad con tarjeta de red gigabit. Esta velocidad nunca será soportada en su totatildad por el NAS pero será muy superior a los NAS que tienen tarjetas a 10/100.
- Tener siempre el firmware actualizado. Los fabricantes siempre estan mejorando estos dispositivos y muchas veces las mejoras que hacen son realmente importantes. Lleven cuidado con la marca de NAS que compra porque tiene que asegurarse un buen servicio post-venta.