La idea de la » nube «se ha ido introduciendo poco a poco en los últimos años pero rara vez se ha explicado bien. Muchos incluso utilizan la nube cada día de sus vidas, pero cuando se le pregunta lo que es, simplemente se encojen de hombros y responden «No lo sé».
Simplemente, la nube es lo que hemos llegado a conocer como los servicios de Internet. Gmail, el iPhone App Store y Facebook, son ejemplos concretos de la nube que encuentran su camino en nuestras vidas diarias. En un futuro no muy lejano, la nube también ofrecerá estos servicios como el procesamiento de datos compartido, donde todos los compartirán recursos en red.
La nube puede dividirse en dos grandes categorías, la nube pública y la nube privada. Cuando las empresas juntan muchos servidores para proporcionar servicios de correo electrónico, la ubicación o tiendas online, se le llama una nube pública. Los NAS también pueden ser utilizados para la construcción de nubes públicas y se están convirtiendo en una alternativa cada vez más popular para los servidores tradicionales debido a su menor coste relativo, flexibilidad y facilidad de uso.
Un único NAS , por otro lado, es una nube privada. Esto significa que ofrece los mismos servicios que una nube pública, pero es monitoreado y controlado por usted. Usted decide quién tiene acceso, los servicios que se prestan y los datos que almacena.
La nube privada tiene un número de ventajas sobre la nube pública, y vice-versa. Como se ha demostrado recientemente de manera ubicua, la nube pública con servicios como los de Gmail, PlayStation Network y Amazon Cloud Drive pueden perfectamente ser hackeados o sufrir averías importantes, es por esto que podemos afirmar que la nube pública es intrínsecamente vulnerable.
Por otro lado, las nubes privadas nunca serán capaces de ofrecer la música que podemos encontrar en la tienda iTunes, la red mundial de jugadores que la Xbox soporta, o los servicios GPS de Google Maps porque, francamente, no somos dueños de un satélite.
Nunca habrá una guerra entre la nube pública contra la privada, con el tiempo lo que sí que veremos es la necesidad de ambas conforme los usuarios las conozcan más y más. Además, vamos a darnos cuenta de que ambas nubes se necesitarán la una a la otra, no podrán vivir una sin la otra… vivirán en nuestras vidas de manera sincrónica formando así una nube híbrida. La nube privada con los NAS aprovechará el BitTorrent de la nube pública, o a través de la nube privada se podrán subir fotos a Facebook o y recuperar los metadatos multimedia de la biblioteca de música desde los servidores centrales de todo el mundo.
La nube pública ofrece infinidad de lugares donde poder hacer nuestras copias de backup todas ellas muy buenas a nuestro parecer, pero si lo que quieres es hacer una copia de seguridad de 700GB en Dropbox o Amazon… ¿estás dispuesto a esperar hasta el año 2150 para que se suba toda la información al servidor? Y en cuanto a la reproducción de vídeos en HD… ¿te imaginas reproducir una película en HD desde tu Dropbox directamente en tu Televisor? Quizás dentro de unos años sí, pero hoy es un NO rotundo.
La solución a las copias de seguridad con las nubes privadas que creamos con nuestros dispositivos NAS en casa o la oficina. Estas nubes privadas nos ofrecen una solución económica de backup de nuestros servidores y ordenadores. Además, nos ofrecen un streaming de video más rápido para poder ver esas películas en HD y una multitud más de cosas.
Los NAS son una solución excelente como dispositivos de almacenamiento de datos, servidores de descarga, de vigilancia, VPN, FTP, y muchos más con una accesibilidad absoluta desde cualquier punto del planeta a través de nuestros ordenadores (PC/MAC/Linux) o teléfonos móviles inteligentes. También nos ayudan a proteger nuestros datos gracias a firewalls, contraseñas, sistemas RAID de discos y control de acceso según usuario.
